martes, 18 de noviembre de 2008

¿ludópata justificando su pequeña y divertida adicción?

Eh si...Alguna ves quise tener un nintendo, nunca tuve uno original, solo alcance a tener una de sus replicas piratas, un NASA, no obstante eso nunca fue problema para mi creciente afición a los juegos, aun con el sinsabor de saber que mi pequeña consola no era la original.



Con eso en la cabeza no pensé 2 veces en venderla cuando conseguí mi SUPERNES, el titán de 16 bits que conquistaría gran parte de los años 90. Ahora viejo y después de tanto tiempo me dieron ganas de recuperar lo que nunca tuve, un NES original. Y esta tarea no fue nada fácil, acá en Medellín ya la verdad no se consigue consolas de esta generación, uno podría pensar que estas que se quedaron en el recuerdo, pero hace unos meses en un mercado de pulgas me encontré una NES en un estado más o menos favorable, después de luchar con la razón, preferí darle rienda suelta a la nostalgia y olvidar el xbox, el compu, el nintendo ds y todas esas consolas de última generación para volver a lo basiquito; un nintendo, un control cuadrado con 2 botones rojos, un select, un start y un cartucho gris gigante. Lleve todo este chéchere a mi casa, lo conecte, tome un cartucho, lo sople (como la tradición manda) y OH sorpresa funciono.



Fue tal la felicidad, no lo podía creer, como deshaciendo pasos jugué un rato, un juego tras otro, la nostalgia me llevo a buscar más y más juegos. Encontré varias perlitas de otrora como Contra, Punch Out y algunos otros juegos clásicos de la nes, que hicieron las delicias en mi niñez.

Si, tengo 25 años y me declaro culpable del delito de disfrutar de los jueguitos de la adorada nintendo (NES). En esta época en que priman los juegos de ultima generación, con impresionantes gráficos HD, con contenido descargable y mas gallos tecnológicos que un berriondo. Yo aun miro a lo primario y me enamoro de esa paleta de 52 colores y a esos sonidos de 8 bits que aun retumban en mi cabeza. Tal vez porque me recuerda una época más sencilla y más divertida. ¿Soy un ludópata justificando su pequeña y divertida adicción? Que importa tengo mi NES y es una chimba y si, todavía juego con ella.


Cualquiera que comparta este sentimiento que cuente y a ver si intercambiamos jueguitos :P

Sergio A. Eusse

1 comentario:

John Saenz dijo...

Comparto los gustos que su merce tiene por los clasicos, tienen un sabor y un una cosa que los hace irresistibles